Delirios a flor de piel

Si hay algo que puede unificar los escritos que hay aquí es cada pedacito de alma que dejo en ellos. Nadie mejor que ellos para presentarme a los que se pasen por aquí.

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Pero para los más curiosos, para los que han clicado en este apartado de "bio" pensando que encontrarían una biografía detallada, con fechas, ciudades o aficiones o simplemente para los que se quedaron con ganas de seguir leyendo. Estas líneas van para vosotros:

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"92 años cumplía el siglo XX cuando empezó todo.

Primero tomé forma de un pequeño cangrejito que prefería dormir a comer.

Y después la de una niña más o menos buena que con un lápiz y un papel era feliz.

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Me di tantas alas que ahora no hay jaula en la que me quiera quedar.

Les pido demasiados requisitos para considerarlas mi hogar.

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Así que sí, soy una perfeccionista imperfecta,

una coctelera de sueños, de emociones contrarias, de pensamientos sin ton ni son.

Una loca con disfraz inocente.

Una idealista maestra en la construcción de pompas de jabón.

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Puedo camuflarme y ser una persona del montón.

Pero siempre hay tres cosas que me acaban delatando:

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El cartel de peligro de extinción que llevo colgado al cuello,

la brújula sin puntos cardinales que siempre me acompaña

y el diario con todas las palabras que se quedaron sin pronunciar".

 

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