Héroes sin cuento

"A ti, héroe suicida, que tienes la piel salpicada de heridas. De las que casi te cuestan la vida y que un día, después de unos cuantos tiempos de espera y tras la visita de Perspectiva, acabas viéndolas sólo como cicatriz, sólo como ese recuerdo asentado sobre tu piel, que te hace algo más mayor. A ti, héroe reservado, que te escudas detrás del derecho a guardar silencio, como el que calla miedos en la sala de espera de un hospital. Te gusta reír y ese es el brillo que deslumbra a todos los que te ven desde fuera. Todo está bien. Pocos hay detrás, en el revés, capaces de desmentir tu mentira. Pero da igual. Tú sigues siendo héroe, quizás suicida, quizás reservado, pero te ganan las ganas por ganar batallas, por salvar sueños en apuros, por vivir en tu propia leyenda, y por querer hasta al dragón, con la ilusión de poder enseñarle a hacer hogueras que os protejan del frío".